Diccionario Marxistas (Iª parte)

Algunos conceptos definidos por Marx:
Burguesía
Se agrupa bajo este nombre a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social y que emplean trabajo asalariado. La clase burguesa tiene su origen en la sociedad feudal; ella encabezó la revolución anti-feudal y enarboló las banderas de la doctrina liberal.

Capital
Valor que se valoriza. La forma inicial del capital es una masa de dinero cuya utilización en el proceso productivo capitalista permite a su dueño obtener una cantidad mayor que la inicial. El dinero sirve para comprar maquinarias y materias primas por una parte, y fuerza de trabajo por la otra, vale decir capital constante y capital variable. Una vez que posee capital constante y variable, el capitalista puede organizar la producción de un determinado bien; el valor de una unidad de ese bien debe ser mayor que la suma de las partes de capital constante y variable que se han usado en su producción. De esta forma, cuando todo el capital constante y variable adquirido haya sido gastado, o sea cuando las máquinas estén tan desgastadas que no pueden seguir siendo utilizadas, cuando hayan sido consumidas las materias primas y cuando haya vencido el contrato de los trabajadores, el dinero obtenido por la venta de lo producido ha de ser mayor que el invertido originalmente. En este sentido sostiene el marxismo que el capital es un valor que se valoriza.

Clases sociales
Grupos sociales antagónicos. Uno se apropia del trabajo del otro a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado. Este lugar está determinado fundamentalmente (no exclusivamente) por la forma específica en que se relaciona con los medios de producción. Esta relación puede ser de dos tipos: relación de propiedad y relación de no-propiedad. Los grupos sociales antagónicos han existido siempre, afirma Marx: en la sociedad esclavista (amos y esclavos), en la sociedad feudal (señores y siervos), y en la sociedad capitalista (burguesía y proletariado).
Conciencia de Clases
Comprensión de la comunidad de intereses que existe entre los miembros de una clase determinada, así como -siempre dentro del esquema marxista- del antagonismo de esos intereses con los de la clase adversa. Ejemplo: En el Feudalismo los miembros de la naciente burguesía toman conciencia de clase cuando comprenden que los intereses económicos e ideológicos que los unen se oponen con los de los señores feudales. En ese momento inician la lucha política, su
lucha de clases. De igual forma, continúa el análisis marxista, en la sociedad capitalista los miembros del proletariado toman conciencia de clases cuando comprenden que la condición de explotados que los identifica está en relación directa con la existencia de propiedad privada de los medios de producción , es decir con la existencia de la burguesía.
Derecho
La concepción marxista del derecho ubica a éste en la super-estructura de la sociedad. Así, entonces, para los marxistas el derecho constituye el conjunto de aquellas condiciones exteriores de producción que en una sociedad escindida en clases se expresan como normas consuetudinarias o escritas (normas jurídicas) y cuya mantención está garantizada por la fuerza controlada por el Estado.
Dialéctica
En su concepción de la dialéctica Marx recibió el legado de Federico Hegel, quien a su vez se inspiró en el griego Heráclito (VI a.C.). El recuerdo de Hegel palpitaba en la Universidad de Berlín cuando el joven Marx llegó a ese claustro a estudiar historia y derecho. Elevado en vida al rango de filósofo social de Alemania, Hegel había dado a sus discípulos una fórmula que llamó "dialéctica", que permitía comprender tanto los aspectos positivos como negativos de la historia, la ética, el derecho, la política y la biología. Sostenía que en el dramático conflicto de ideas, instituciones y sociedades, existe un gran principio armonizador(síntesis), que resulta de la acción (tesis) y negación (antítesis) de las cosas. Vivimos un proceso en el cual todo crece, cambia y vuelve a desarrollarse. Dicho en otra forma, en este proceso cada movimiento produce, por una reacción automática, su movimiento opuesto; y del conflicto resultante entre los opuestos (tesis y antítesis) nace la síntesis final. El Universo es un todo sistemático de cualidades positivas y negativas relacionadas entre sí. Toda cosa real implica la coexistencia de elementos contrarios.
Para explicar el impacto de esta teoría dialéctica en Marx, el autor Ernest R. Trattner señala que de inmediato el joven teórico empezó a analizar la historia como una marcha trabajosa a través de la oposición, o sea un movimiento triple (tesis, antítesis y síntesis), que constituye la ley de todo desarrollo. La historia no contiene una masa casual de acontecimientos, sino una unidad surgida entre las diversidades opuestas. Las cosas no son estáticas, sino transitorias. Están en movimiento.
La diferencia fundamental entre Hegel y Marx radica en lo que cada cual sostiene que produce ese movimiento en el proceso histórico. Hegel lo atribuye a lo Absoluto, vale decir Dios, o la Inteligencia Suprema, o el Espíritu Cósmico, o como quiera llamarse a cualquier fuerza extra-terrestre. Marx afirma, por el contrario, que son las causas económicas las que influyen en los movimientos de la historia. No dijo, como muchos creen erróneamente, que tales causas constituyen el factor único, porque el hombre también influye. Por eso difirió de Feuerbach, que postulaba un materialismo absoluto y que para negar el papel de la inteligencia aducía que "el hombre es lo que come". Hegel está calificado como "idealista", y Marx como "materialista".
En su libro "Anti-Dühring", Engels califica la dialéctica como la ciencia que estudia las leyes universales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento. Es el método marxista de análisis y comprensión.
Dictadura del proletariado
Se llama en esta forma al tipo de Estado correspondiente al período de transición del capitalismo al socialismo. Se trata de una dictadura, vale decir, de un poder que no se apoye en leyes ni elecciones, sino directamente en la fuerza del proletariado armado. Su objetivo, para los teóricos marxistas, consiste en reprimir a las clases o grupos sociales que se oponen a la realización del socialismo.
La construcción del socialismo no puede alcanzarse de golpe. Exige un largo período de transición, por varios motivos. Reorganizar la producción representa una tarea difícil, se necesita tiempo para introducir cambios substanciales en todos los dominios de la vida y sólo con una lucha tenaz y prolongada puede superarse la fuerza de la costumbre de un modo burgués o pequeño burgués para dirigir la economía.
En la dictadura del proletariado -señalan los marxistas- todavía existen clases sociales. La lucha de clases, por tanto, no ha desaparecido, sino que reviste otras formas. El proletariado ha llegado a ser la clase dominante, pero su debilidad persiste todavía- Esta debilidad se sitúa a nivel de la infra-estructura económica y a nivel de la superestructura ideológica. La primera de ellas radica -según los marxistas-en la no correspondencia que se da entre las nuevas relaciones socialistas de producción establecidas en los sectores más importantes de la economía y las relaciones técnicas de producción que están algo atrasadas. La propiedad social de los medios de producción no va acompañada por una apropiación real de estos medios en forma colectiva; siguen dirigiendo la producción algunos técnicos y administradores formados en el régimen anterior.
Estado
Una de las nociones fundamentales en la doctrina marxista. Tiene mucha importancia en lo referente a la acción política de los partidos marxistas-leninistas: gran parte de las discusiones y polémicas en sus filas nace de apreciaciones diferentes acerca de esta noción.
"El Estado, dice Engels, es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es importante conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a sí mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad, llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del "orden". Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella se divorcia de ella más y más, en el Estado".
El Estado, para los marxistas, aparece como un producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. Señalan que por regla general pertenece a la clase más poderosa, la clase económicamente dominante. Por excepción, en algunos períodos las clases en lucha están tan equilibradas que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra. Tal aconteció, según el análisis marxista, con la Monarquía absoluta de los siglos XVII y XVIII, con el bonapartismo del primero y segundo Imperios en Francia y con Bismarck en Alemania. También en la Rusia republicana, en el gobierno de Kerenski. Para los marxistas el Estado no ha existido siempre.

Fuerza de trabajo
Conjunto de condiciones físicas y espirituales que se dan en la personalidad viviente de un hombre y que ésta pone en acción al producir bienes de cualquier clase.
En la sociedad capitalista, señala la teoría marxista, la fuerza de trabajo se transforma en
mercancía. Esto se debe a que al no tener acceso a la propiedad de los medios de producción, el hombre, para subsistir, se ve obligado a vender su capacidad o fuerza de trabajo como mercancía.
La fuerza de trabajo es una particular mercancía cuyo valor de uso es el trabajo y cuyo valor de cambio es el
salario.
Para Marx, los economistas anteriores a la formulación de sus ideas confundían los conceptos de trabajo y fuerza de trabajo. Mientras que la fuerza de trabajo no pasa de ser una capacidad, el trabajo es la materialización de esa capacidad en un producto determinado. No podemos, por tanto, hablar de trabajo independientemente de un producto: no podemos decir tampoco que el obrero venda su trabajo, ya que ello significaría la venta de un producto elaborado.
Fuerza de trabajo es un concepto importante dentro de la teoría del valor marxista. Ella constituye la única fuente generadora de nuevo valor; incorpora al producto en el cual se plasma, un valor mayor que aquel en que fue adquirida (
salario).
La Fuerza de trabajo del proletario se conoce vulgarmente como mano de obra, mientras que a su trabajo se le llama obra de mano.
Fuerzas productivas
El hombre, las formas y medios que éste utiliza para actuar sobre la naturaleza ( y también sobre objetos con cierto grado de elaboración) en el proceso de producción. En otras palabras las materias que brinda la naturaleza, las maquinarias e instrumentos de la producción, sus métodos y técnicas, los hombres y su experiencia, son fuerzas productivas.
Resulta fundamental destacar el carácter eminentemente dinámico de las fuerzas productivas. Están siempre desarrollándose; se extraen más y mejores materias de la naturaleza, se crean nuevas técnicas, se inventan mejores maquinarias, aumenta la población, etc. Es en este sentido que se habla de "nivel de desarrollo de las fuerzas productivas" (
Materialismo Histórico).
Lucha de clases
Enfrentamiento que se produce entre dos clases sociales antagónicas cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo plazo. Por ejemplo, el interés estratégico a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el marxismo. Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista: "La Historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases". Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, o sea, en términos marxistas, opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada algunas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes. Los marxistas señalan que las huelgas, manifestaciones callejeras, las tomas de fábricas, terrenos y fundos, etc., sólo pueden ser consideradas insertas en el contexto de la lucha de clases que sostiene el proletariado con la burguesía, en la medida en que el proletariado visualice como su objetivo final la destrucción de la burguesía como clase.

Marxismo
Básicamente, una concepción del mundo: una visión global de la naturaleza y del hombre.
La concepción marxista se opone a las concepciones cristiana e individualista. La cristiana afirma la existencia de una jerarquía de seres, actos, valores, formas y personas en cuya cima se halla el Ser Supremo. La individualista acepta al individuo (y no ya la jerarquía) como la realidad esencial; el individuo poseería la razón en sí mismo, en su propia interioridad. La concepción marxista, por su parte, se niega a establecer una jerarquía exterior a los individuos, pero no acepta como marco final la conciencia del individuo y el examen de esa conciencia aislada. Advierte realidades que escapan a tal examen: son éstas, realidades naturales (la naturaleza, el mundo exterior), prácticas (el trabajo, la acción), sociales e históricas (la estructura económica de la sociedad, las clases sociales).
La filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés forma, al decir de Lenin, "las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo".
La filosofía del marxismo es el materialismo.
La economía política clásica anterior a Marx se había formado en Inglaterra, el país capitalista más desarrollado. Adam Smith y David Ricardo sentaron con sus investigaciones del régimen económico las bases de la teoría del trabajo, base de todo valor. Marx prosiguió su obra proclamando que el
valor de toda mercancía lo determina la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en su producción.