Simbolos del PS

Los símbolos de cada colectividad forman parte fundamental en la estructura emocional de los grupos sociales, por lo cuál nacen, se usan, se conservan y se respetan.


La marsellesa socialista nació en Concepción en forma espontánea, como una canción cualquiera en la vida del partido, y sin que nadie lo impusiera, ella se extendió por todo el país llenando una necesidad hasta pasar a ser el Himno Oficial del Socialismo Chileno.

Entre el numeroso grupo de profesores, intelectuales, profesionales y estudiantes de ese entonces había muchachos estudiantes, peruanos, apcistas. Uno de ellos, propuso arreglar un canto a base de una Marsellesa que cantaban los apcistas peruanos y habiendo gustado la idea se pusieron a trabajar, Venancio Yañez, el profesor Eleandro Olavarría y Waldo Pereíra. Después de mucho trabajar para encuadrar la letra y la música, resultó la Marsella Socialista.

Era admirable la paciencia del compañero Venancio Yañez para tocar mil veces la música y la del resto para escribir y arreglar dos, tres y más versos de una misma frase musical y después enseñársela a los jóvenes y a los adultos.

Esta canción se enseño en las secciónales vecinas y en todas ellas era aceptada con entusiasmo. Pero fue en el III Congreso General Ordinario del Partido celebrado en Concepción los días 23 al 26 de enero de 1936 cuando esta modesta canción pasó a tomar carácter oficial. Como quimera de la gran concentración inaugural los penquistas cantaron la marsellesa socialista, repartieron la letra entre los delegados. La aceptación fue unánime y la volver los delegados a sus secciónales, se llevaron la letra y de esta manera, sin que nadie la impusiera, la marsellesa penquista pasó a ser el Himno Oficial del Partido.

En cuanto a La Bandera del Partido, el autor del símbolo fue Ricardo Latchare, miembro muy activo de la Primera Brigada Parlamentaria Socialista. Como buen hijo del célebre etnólogo, ideó que el símbolo debiera ser el hacha de mando de los antiguos toquis mapuches sobre el continente americano de origen libero. Esta hacha de piedra se llamaba precisamente "Toqui" y ella nos traía la emoción de las grandes victorias y de la resistencia invencible de las huestes aborígenes en aras de su independencia y su libertad. Además, el hacha es un instrumento que sirve para destruir y a la vez construir. Destruir un régimen para levantar otro más humano. Esta herramienta se extendía sobre el continente latinoamericano, no como emblema de hegemonía, sino como símbolo de fraternidad de ideales, de raza y de liberación antiimperialista. Finalmente todo este emblema sobre un manto rojo, símbolo universal de los trabajadores de todas las latitudes.

INFORMACIÓN DEL BLOG DE HUGO UMAÑA