Sobre la Tercera Vía Social

A continuacion expongo sobre una vision economica en relacion a la llamada tercera via social y como se liga esta, a los postulados socialistas.

1.Necesidad de una tercera vía social

Se puede captar ahora, a la vista de lo expuesto, que las dos vías sociales y paradigmáticas ensayadas en los últimos tiempos, socialismo y capitalismo, no tienen aval vivencial.
La excesiva concentración del poder político en el socialismo, y sus exigüas tasas de desarrollo económico, no contribuyeron a aumentar su apoyo social. Para más abundancia, el fracaso del socialismo real, casi barrido en Europa, le ha quitado una gran parte, no toda, del apoyo social que tenía. Pero esa derrota no implica la victoria del capitalismo. El capitalismo sigue teniendo análogos defectos a los detectados hace un siglo, si bien atenuados, y se mantiene su rechazo profundo en grandes sectores de la sociedad y, por tanto, está bien lejos de disponer de cobertura vivencial. Las excesivas concentraciones de poder económico, la mala distribución de la renta, especialmente a nivel mundial, y el patente fracaso social del capitalismo liberal en las grandes urbes, no le sirven precisamente de aval.
Parece lícito desear una alternativa que, al menos en su base, propicie un gran consenso social con tendencia, si fuera posible, a convertirse en un valor vivencial.
Si dentro de nuestro bagaje cultural hubiese recursos para conseguir lo expuesto, el problema debería estar resuelto ya (Kuhn,T.S., 1990). Esta circunstacia requiere la revisión de nuestra base cultural.
La dificultad estriba en que nuestra base cultural, la de occidente, es hoy un valor vivencial, su aceptación es generalizada, de tal modo que no se sabría que es exactamente lo que hay que revisar.
En esta búsqueda, realizada en parte por la "posmodernidad", se ha cuestionado todo: las bases de la física, de la matemática y de la lógica. Se han puesto en duda las hipótesis básicas del conocimiento científico, que es la raíz cultural del pensamiento moderno, esto es, y entre otras, se cuestiona la objetividad de la ciencia, el determinismo, la ley de la causalidad y la dualidad sujeto-objeto. Incluso se ha quitado validez a la propia razón. Con toda claridad hay que decir que las bases de la civilización occidental estan cuestionadas.

2. No se ha cuestionado "todo"

Pese a lo dicho, hay algo que no se ha cuestionado todavía: la propiedad. Es cierto que se ha discutido el sujeto de la propiedad, es decir, se ha debatido si ese sujeto debería ser la persona privada o la colectividad humana. Pero no se ha cuestionado el concepto de propiedad.
Sin embargo es importante saber cual sea la relación de propiedad de los bienes de la Tierra con los seres humanos:
* ¿son los bienes propiedad privada de los que acceden a ellos?
* ¿son, por el contrario, propiedad común de la humanidad?
* ¿o son "otra cosa"?
Si son "otra cosa", la humanidad tiene una tercera alternativa. La "propiedad genérica" es la respuesta que el autor da a esta cuestión y se describe en varias de sus publicaciones. En resumen, la propiedad genérica abre los bienes a todos los hombres, en forma de "germen" que se activa por acciones humanas de necesidad, trabajo y riesgo, entre otras.

3. Un problema pendiente de solución

Casi en los mismos orígenes de la "modernidad" aparecen intentos de cooperación entre capital y trabajo, y en esa línea están los ensayos cooperativos. Los resultados obtenidos hasta hoy no avalan la consecución de esa meta. Inversor y trabajador pueden cooperar si son la misma persona, o si ambos son copropietarios. Pero un trabajador no puede cooperar por su condición de tal si no es copropietario.
En suma, no se ha resuelto el problema de la asociación capital-trabajo, de modo que el vínculo resultante tenga las características de la relación de sociedad, entre las cuales está que "lo que vaya bien a la sociedad debe ser bueno para todos sus miembros, y lo que vaya mal, ha de ser malo para todos".
Los más de 200 años transcurridos desde los primeros ensayos cooperativos indican de nuevo que en la base de este problema debe de haber un error. La razón de esta incapacidad es bien clara: No hay asociación de personas que tenga propietario. Acaso, y por ejemplo, ¿tiene propietario una asociación cultural?
Volvemos de nuevo a la propiedad. Se puede afirmar licitamente que mientras se acepte que la empresa tiene propietario el problema planteado no tendrá solución, lo que incluye la imposibilidad de democratizar la empresa y la economía. No se olvide que vivencialmente se rechaza todo lo que sea antidemocrático.

4. Necesidad de un nuevo fundamento del poder empresarial

Hasta ahora, el poder empresarial ha radicado en la propiedad de los medios productivos aportados a la empresa. Se admite que el propietario de esos medios tenga poder sobre las personas que forman la empresa. Esto es hoy un valor vivencial, porque no se discute, se acepta sin reservas.
Pese a ello, es un concepto erróneo porque hace que el propietario de máquinas, de edificios, de dinero, de "cosas" en definitiva, tenga poder sobre personas. Es un error porque eso implica aceptar que las "cosas" sean fuentes de podersobre personas. Sólo la persona puede ser origen o fuente de poder.
La incoherencia citada se resuelve rechazando el actual fundamento del poder, pese a ser hoy valor vivencial, y dando vigencia a planteamientos que quiten el poder a las cosas y lo entreguen unicamente a la persona.
"Propiedad, luego poder", es decir,"Propiedad de cosas, luego poder sobre personas", he ahí el esquema básico de la propiedad actual. He ahí también una de las bases culturales de la civilización occidental, cuya aceptación impide la relación de sociedad entre inversor y trabajador. Se necesita, pues, un nuevo fundamento del poder empresarial.

5. El riesgo empresarial como fundamento del poder.
Su dinámica hay que partir desde una hipótesis basada en un valor vivencial: el que arriesga, decide. Esto obliga a considerar los riesgos de los miembros de la empresa:
* riesgo del inversor de perder todo o parte del capital invertido
* riesgo del trabajador de perder su puesto de trabajo.
Ambos tienen, pues, poder de decisión, es decir, derecho de gestión de la empresa. Esta dualidad se puede resumir así: poder radicado en la persona y su circunstancia (de riesgo empresarial), luego acceso a la propiedad de cosas, es decir, a la renta de la empresa. O sea: poder, luego propiedad.
Con esto se ha invertido, se ha dado "la vuelta" al actual esquema razonador de la propiedad, y se ha revisado una de las bases culturales de occidente.
La dinámica de ambos poderes es coherente y evolutiva a favor del trabajo. Esta evolución se instrumenta mediante el capital arriesgado (que puede perderse) y, dentro de él, en el capital participativo (puede haber capital no participativo). Puede haber también capital seguro (no arriesgado), de entidad similar a obligaciones hipotecarias, que puede salvarse en caso de quiebra, y que no instrumenta poder.
Vinculando el poder al riesgo empresarial la asociación buscada es posible, la democratización de la empresa se hace viable, y la coherencia del poder, como se verá, permite la unidad del poder de dirección. Este planteamiento es coherente con un valor vivencial: "el ser humano es un
ser-que-decide", lo que es acorde con su condición de socio. Hoy, sin embargo, entra en la empresa como ser-que-obedece, es decir, como lo contrario de lo que es.
Por tanto, la propiedad genérica, aplicada a la empresa, usa la misma dialéctica que la Naturaleza en la apropiación de recursos: "fuerza (adecuada a la especie) luego apropiación". Si se trata de la especie humana y de la empresa, esa "fuerza" será fuerza humana , es decir, el trabajo y el riesgo, que ya se incluyeron más arriba como ejemplos paradigmáticos, y a los que se añadió la necesidad.

6. Soluciones intermedias en la evolución del poder

Empresa privada y empresa autogestionada son, pues, dos casos extremos de algo que tiene innumerables soluciones intermedias. Está demostrado que la participación laboral incrementa la productividad del trabajo, y que las inversiones suelen incrementar la productividad del capital. Ha de haber, pues, una evolución que dé resultado óptimo en la conjunción de ambos factores. Se obtendría así una empresa altamente competitiva.
Por tanto, esta propuesta está alejada de la utopía: ha de interesar tanto a inversores como a trabajadores.

7. Relación entre poder de gestión y beneficio

Como ya se ha dicho, la "propiedad de la empresa" resulta un concepto carente de contenido. Es lícito,pues, rellenarla con otro contenido: Propiedad de la empresa será, en adelante, el derecho a beneficio.
Ni en los liberalismos más avanzados tiene vigencia plena el "mercado de trabajo". La sociedad no lo tolera y pone limitaciones o estímulos que impiden un trato al trabajo de estricta mercancía. Se rechaza, pues, vivencialmente que el trabajo humano sea mercancía que se compra y se vende según oferta y demanda.
Será el mercado de cosas el que decante la renta de la empresa y, por tanto, determine el valor final del salario.
Por otra parte, se considera que realizar la asociación que se busca requiere aceptar la hipótesis de la potencial homologación de trabajo y capital. El trabajo activo (aporte del trabajador) y el trabajo pasivo o capital (aporte del inversor) se hacen, por hipótesis, fuentes de propiedad. Como también lo es el trabajo de gestión básica que se realiza en la asamblea de laempresa tomando decisiones sobre la empresa.

8. Relaciones entre riesgo y seguridad

Para conseguir la relación de sociedad buscada es indispensable aceptar que:
* salario NORMAL requiere interes NORMAL
* salario MAYOR que el NORMAL requiere interés MAYOR que el NORMAL
* salario MENOR que el NORMAL requiere interés MENOR que el NORMAL.
La forma de distribuir la renta ha de ser compatible con la relación de sociedad buscada. Relación de "normalidad" y coef.de riesgo permiten obtener que "lo que sea bueno para la empresa sea bueno para todos sus miembros y, lo que sea malo, lo sea para todos". Conocidos el "salario normal", el interés normal, y loscoef.de normalidad y de riesgo, la renta de la empresa se distribuye objetivamente, calculando la renta final de trabajo.
Logicamente este planteamiento admite anticipos de la renta tanto a capital como a trabajo, que han de atenerse a las reglas pactadas . Los anticipos de renta han de ser irreversibles con el fin de que el anticipo salarial cumpla la función social del salario actual.

9. Soluciones intermedias en la ditribución de la renta

Hoy se conocen, hablando en esquema, dos alternativas:
1. salario fijo, excedentes para el inversor (empresa privada)
2. interés fijo al capital, excedentes para el trabajador (empr. cooperativas y
autogestiondas).
La distribución de la renta requiere establecer la correspondencia entre salario normal e interés normal.

10. Descripción esquemática de tres vias sociales

* la via capitalista: establece que los bienes de la Tierra son propiedad privada de los que acceden a ellos, preconiza la propiedad privada de los medios de producción y, por ende, la propiedad privada de la empresa, el liberalismo económico (con su libre mercado, incluido el de trabajo) las acumulaciones de capital por unos pocos (los ricos) y el sindicato reivindicativo
* la vía socialista: asume que los bienes son propiedad común de la humanidad, postula la propiedad colectiva de las empresas (la propiedad estatal como fase inicial) el mercado controlado politicamente, de mercancías y de trabajo, la acumulación de capital por uno solo (el estado) y un sindicado único y controlado
* ambas vías, capitalista y socialista, tienen en común que vinculan el poder empresarial a la propiedad (privada o estatal/colectiva) de medios productivos.
Frente a estas alternativas, se propone en este documento que:
* los bienes son propiedad genérica de los seres humanos, concepto que abre los bienes a todos los hombres, preconiza que los medios de producción son propiedad
de la asociación capital-trabajo, por lo cual niega la existencia de la propiedad de la empresa, vincula el poder al riesgo empresarial de inversores y trabajadores, propicia la cooperación directa entre capital y trabajo, el libre mercado de cosas, la inexistencia del mercado de trabajo, la acumulación de capital con "muchos pocos" (con lo que se atenuará la influencia de los ricos en
el desarrollo) una economía de participación y, finalmente, incluye la propuesta de un sindicalismo de cooperación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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