LA POLITICA DE LA PATUDEZ!!!

La política de la patudez
A propósito del hombre mediocre

En general se dice que la política es el "arte de lo posible", y si, en la medida de lo posible, todo es posible, entonces en la política todo sería posible. La experiencia nos ha demostrado que, para desgracia del mundo, ya nada nos puede sorprender en la política y que, nuestra capacidad de resistencia hacia lo que nos parece "impresentable" es nula, o a lo menos, casi imperceptible. Lo impresentable siempre se impone. Siendo el hombre un "animal de costumbres" nos hemos acostumbrado demasiado; la cultura de la "mala memoria" que nuestros pueblos latinoamericanos mantienen como un vergonzoso capital, confirma, de alguna manera, lo que hoy sucede y a lo que hoy nos vemos enfrentados.

En Cuba se restringe la libertad de expresión y en Venezuela se cierra RCTV. Si acaso no fueran impresentables restricciones de esa naturaleza, entonces "las izquierdas" no tendrían el titubeo que tienen al momento de decidir. Pero no hay que ir tan lejos ni hacia ejemplos tan grandes como para que nos de vergüenza lo que hoy sucede en política. Hoy ni siquiera se ocultan los intereses creados bajo el manto de la diplomacia o la persuasión: se miente directamente y los intereses se buscan a cualquier precio. No vale la pena hablar de los llamados parlamentarios "díscolos" y de sus actitudes de bajo formato, sino más bien de una clase de individuos que, bajo la sombra artificial de un "argumento político" o un gran liderazgo, pretenden asegurar el culo haciéndose creer, cual palurdo provinciano, un dirigente de fuste. Afortunadamente, el liderazgo aun exige respeto.

Yo no soy de los que piensan que la vocación desmedida de poder tiene una proporción directa con el fracaso de un hombre en otros espacios de su vida, pero hay una conexión muy fina, eso sí. Lo importante, en todo caso, no es lo que hagan o dejen de hacer estos individuos, sino que se trata de que sepamos reconocer la diferencia. No todo está permitido en política decía Segolene Royal a su adversario, palabras que hacen más sentido que en el pasado.

En la política se pierde y se gana: es el ejercicio democrático que tanto hemos defendido. Algunos han ganado un cargo, otros, han ganado respeto. Es cuestión de elegir y de cómo enfrentamos la política en estos días. El carepalismo no se va a acabar nunca en la política, eso lo sabemos; lo que puede avanzar, es la fe en la construcción política honesta y frontal. Algunos todavía estamos en ello.


Felipe Barnachea
Comité Central
Juventud Socialista de Chile

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